lunes, 11 de agosto de 2014

De Consumidor a Sacerdote

Mi Iglesia: Actúe como el sacerdote real que es

Una de las palabras de la vida moderna que he llegado a detestar es consumidor. No me gustaría que esa palabra se aplicara a mí, como si mi primera función en la tierra fuera consumir, utilizar los recursos. Parece que me define sólo como otro cliente potencial de alguien que quiere vender algo, un usuario de bienes y servicios, un materialista movido por el egoísmo.

Dios tampoco quiere que usted se conforme con ser sólo un consumidor de la religión; tiene para usted sueños más grandes que ser solo el ocupante de una banca en la iglesia, sólo un consumidor pasivo de experiencias religiosas, un crítico del servicio dominical, de la manera que con sus amigos puede criticar una película. Cuando usted fue llevado a la fe en Cristo fue llamado a la organización del ministerio de Dios con el título de “real sacerdote”.

“Y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama, nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre, a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 1:5,6).

Tenga como una prioridad descubrir lo que significa ser un real sacerdote. Actúe como uno.

Cortesía de: "La Alegría de vivir" de YouVersion

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